4.2. Fusión de Almas. 2a parte

Como os dije en Pacto de Almas, esta es la parte más complicada de mi vida aquí encarnada y así lo sigue siendo. Pensé en reescribir nuevamente la primera parte, pero decidí que no, que tiene su sentido de ser el propio camino por el que he pasado para ir desvelando en cada paso y en cada experiencia más y más verdad, y mí realidad. También así muestro la complejidad real de este camino.

Este verano que acabamos de pasar del 2020, ha dado paso a una nueva etapa entre esta alma y yo y ha desvelado una verdad más amplia para ambas.

Después de haber llegado a pensar que allí donde por fin nos encontrábamos ella y yo era el final de nuestro pacto en esta encarnación y que ambas empezábamos nuestros caminos en solitario, nuestro pacto ha dado un nuevo vuelco en el camino.

Si bien, yo me sentía más liberada y suelta, la realidad externa a mi mostraba que algo en mi seguía encerrado y no me permitía desplegarme…esto lo veía en el poco fluir de ciertas realidades sin comprender el motivo y también en relación a encontrar una pareja. Sentía que algo seguía entorpeciendo mi apertura. Así que decidí nuevamente adentrarme a indagar qué me estaba sucediendo.

¡¡Y poco a poco se fue desvelando que yo seguía vinculada a esta alma!! Dios mío…no me lo podía creer…Profundicé y profundicé con la ayuda de mis guías hasta encontrarme con algo que me superó por completo en ese momento. La realidad se desveló, esta alma y yo estábamos fusionadas. Una parte de nuestra alma estaba fusionada con la otra, éramos una. Como dos líquidos que se mezclan y se quedan fundidos uno con el otro.

Un agotamiento profundo me invadió y sentí que desvanecía. Me sentí completamente abrumada y superada por la situación, nuestras almas fusionadas y sin la posibilidad de encarnar esta fusión. Una sensación de soledad tremenda me erizó y por primera vez después de muchos años volví a desear irme, dejar mi cuerpo y acabar con todo esto. Sin sentido mi existir después de tanto y tanto superado, tanta y tanta dificultad para soltar nuestro Pacto. Sentí que no podía más.

Cuando yo había pensado que era libre y empezaba a vivir toqué hondo…tan hondo que mi vida perdió sentido…

Desvelando y desvelando nuestra realidad, tomé conciencia que llevábamos miles de años fusionadas porque así lo quisimos ambas en nombre de nuestro Amor y nuestra Luz tan grande. Nada ni nadie nos separaría, ni vidas, ni personas, ni almas, ni existencias, ni distancias, Nada. Miles de años como mínimo, quizás des de nuestro inicio como seres de luz aquí en la Tierra…fuera cuando fuera, nos fusionamos por amor para estar juntas eternamente…

Si bien revelaba nuestra decisión, también me mostraba la magnitud de la realidad: atrapada, con él y sin él, fusionada y dividida. Por momentos me volvía loca, una esquizofrenia consciente. Quería morirme. Deseaba separar nuestras almas para poder seguir con mi camino, deseaba recuperar esa parte de mí que un día le entregué y devolverle su parte que un día me entregó; y en mis profundidades mi alma agonizaba por un amor frustrado, por una vida frustrada si no lo encarnábamos y un anhelo profundo de vivir aquello que ya nos pertenecía y que era una realidad en nuestras almas siendo una. Mi cuerpo físico sentía el dolor de mi alma, lo sacaba de mi interior y me retorcía. Bocanadas de dolor y oleadas de angustia me sacudían. Algo me calmaba cuando sumergía mi cuerpo en el mar, los largos baños me curaban.…algo se sosegaba en cuerpo y alma.

Una brecha de vida se abrió al saber que podíamos desfusionarnos, podía elegir…Y elegí des la brizna de energía que me quedaba.

Ante mi tremendo dilema interno, he elegido desfusionarnos…no porque haya perdido la confianza profunda en nuestro Amor, sino porque en esta vida nuestros caminos se separan y separar nuestras almas nos permite vivir completos. No hay lugar en esta vida para nuestro Amor. Si nos quedamos ahí a la espera, no vivimos nuestra vida, agonizamos y nos aislamos del mundo. Nuestro Amor queda intacto para cuando quien sabe, pueda ser vivido…en la vida que sea y cuando sea. Y lo digo des de la confianza profunda de que sucederá cuando sea posible… nuestras almas completas cada una en sí misma.

Esta alma, ha aceptado mi elección des de su amor incondicional hacia mí, aceptando, respetando y comprendido mi deseo de estar en la Vida plenamente, de vivir en libertad, sabiendo que como alma no puede estar esta vida en plenitud conmigo. Des de ahí ha facilitado nuestra desfusión. No tengo palabras para describir mi agradecimiento.

Hoy me recupero poco a poco. Recupero una parte de mí de la que ni tengo memoria…me redescubro. Renazco.

Agradezco profundamente a la Mujer sanadora y guía de luz que ha hecho posible nuestra desfusión des del respeto y el amor que merecemos, des de la calidez de un momento tan descorazonador, aceptando nuestros tiempos y nuestros ritmos y proporcionarnos la armonía necesaria en el acto de desfusión y reencuentro con una misma. Gracias Bea.