4.1. Pacto de Almas. 1a parte

 

Este apartado es para mí el más complejo. Es el único que he decidido reescribir. Lo he hecho para ser justa conmigo misma y empezar así una nueva etapa de mi vida. A veces es necesario girarse para asegurarse que la puerta está bien cerrada. Para que aquello que dejamos atrás no se cuele y podamos ser libres de ello. Lo que fue está en mi, forma parte de mi historia. Lo honro y lo acepto. He aprendido muchísimo y en mi propia evolución es indispensable esta experiencia y lo agradezco aun y su dificultad tan grande.

Un Pacto de Almas es cuando dos almas antes de encarnarse deciden encontrarse en esta vida, sea para acompañarse en el camino, sea para sanar la relación entre ambas, sea para ayudarse a evolucionar,… sea por muchos motivos distintos, el hecho es que ambas pactan el encuentro, tenga la durabilidad que tenga en función de lo pactado. El pacto puede venir de muy lejos…de muchas vidas atrás.

Por mi experiencia personal y profesional, venimos a la vida con muchos pactos con muchas almas, con mayor o menor importancia o relevancia del pacto. También a veces venimos con promesas, juramentos, lealtades, etc. que no deseamos, y también están ahí.

Voy a contaros mi experiencia personal con este tema. El recorrido por la experiencia, el cierre y el aprendizaje que llevo en mí.

Actualmente, el Pacto de Almas tan grande con el que he venido a esta vida está cerrado y sellado en Luz Pura, y solo puede reabrirse una vez hayamos abandonado el cuerpo de esta vida. Así lo hemos pactado. Pero durante la gran parte de mi vida que llevo vivida no ha sido así, ha estado abierto a la espera de ser encarnado.

Como os he anunciado antes en El Camino, en aquella época, volviendo de mi aventura en el extranjero, además de lo que ya estaba viviendo, un alma me había encontrado y habíamos empezado a vincularnos desde el plano Astral (el plano Astral puede abrirse durante el sueño, porque el alma se mueve libremente sin el cuerpo como también durante la vigilia si la unión es fuerte y hay consciencia de ello). En aquel entonces, esto era totalmente inconsciente para mí y lo vivía durante las noches. Durante muchos años continuó  siendo así.  Era un alma con la que habíamos venido a la vida con un Pacto de Almas muy fuerte. Como un imán nos fuimos acercando una alma con la otra y viviendo experiencias en los primeros tiempos más densas y poco a poco se fueron llenando de luz y de Amor extraordinario. Poco a poco además el vínculo fue inundando mi vida, ya no solo era por las noches que lo percibía sino que también a lo largo del día. Esta alma entraba en mi campo energético, habitaba en mí y yo no sabía distinguir que las emociones que sentía no eran mías. Se mezclaba con mi propio sentir y mi propio vivir. Y a menudo no eran emociones y sensaciones agradables, estaba todo ahí, incluido su dolor.

Como yo no podía identificar lo que me ocurría y que era otra alma que me venía a visitar, no tenía el poder para manejarme desde ahí, des del plano Astral. Porque es que en mi ignorancia, yo desconocía completamente que esas realidades pudieran existir…No entraba en mi mente, ¡ni me lo podía imaginar! Yo pensaba que todo era mío, porque quedaban sus emociones y sus vivencias mezcladas con las mías, fueran placenteras y/o dolorosas. Hace pocos años que empecé a tomar conciencia de que había más Realidad de la que yo conocía y empecé a identificarla en mí; pero son pocos años respecto a los que llevábamos relacionándonos des del plano Astral.

Y tanto y tanto vivido sin saber, perdida en mi propio mundo…internamente yo era como una coctelera y eso me conllevaba más aislamiento. Aislamiento e incomprensión.

Ha sido un tema muy difícil y a menudo muy doloroso para mí y con el que  he tenido que lidiar.  Incluso llegué a pensar que estaba enloqueciendo. La psicoterapia no me pudo ayudar con esto, des de ahí todo lo que me ocurría se entendía como neurótico y yo sentía mucha carga de culpa.  He sentido mucha soledad y mucha incomprensión. Tuve que abrir otros caminos para abrir mi conciencia y ver lo que me estaba ocurriendo.

En este andar con otra alma en este plano, fue importante aprender a separar mi experiencia de la suya, a pedir que respetara mi espacio, a poner límites, a cerrar portales en planos distintos de realidad… a decidir cuándo quería tener una experiencia con ella y cuándo no. Ha sido muy difícil este aprendizaje, he abierto conciencia a planos de realidad que no sabía que existían. Y he conocido parte de la historia de mi alma en el recorrido de vidas que desconocía. He necesitado de mucha ayuda para romper mis propias fronteras de conciencia.

Mientras, en el plano físico aquí en la Tierra, me buscó y me  encontró, muchos años después que todo esto empezara. Con un pacto tan fuerte, buscarnos forma parte del pacto y esta alma me buscó como ya lo había hecho en tantas y tantas vidas que llevamos recorriendo juntas.  Después de encontrarnos aquí en esta vida desde el plano físico terrenal, tardamos un tiempo en reconocernos, lo Astral fue aterrizando poco a poco y empezamos a ser conscientes.

Hemos vivido en muchas épocas distintas, siendo hombre o mujer y viceversa, también siendo homosexuales en tiempos lejanos. El Amor entre nuestras almas depasa  fronteras de vidas y nos da la oportunidad en cada vida para encarnarlo.

Pero de allí de donde venimos, nuestro camino, también reside entre nosotros un inmenso dolor que aun no hemos podido superar. Un dolor que arrastramos de muchas vidas. Nos sucedieron experiencias muy dolorosas y no hemos sido capaces de recuperarnos de ello. En esta vida, el pacto pasaba por llegar a encarnar este amor y salir de la experiencia únicamente desde el alma. Porque si bien es muy intenso, si tan solo es desde ahí, nos deja viviendo aislados en esta vida que hemos venido a encarnar. Esto es muy doloroso porque va contra la vida misma. Y encarnarlo no ha sido posible. A esta persona no le es posible. En vidas anteriores es a mí a quien no le ha sido posible.

Hoy nuestra relación desde el alma está cerrada como nunca antes había sido posible cerrar, porque está cerrada en todos sus planos y realidades. Nos hemos bendecido el camino mutuamente y cada uno ha entomado el propio en solitario. La confianza nos permite soltarnos y continuar, allí por donde cada uno siga con su propio camino. Hicimos este pacto en otros tiempos, con su sentido de ser y ha tenido mucha fuerza. Sin embargo, es una fuerza que  poco a poco ha ido calmando su  furia y ha dejado paso a la vida aquí, así como es. Y si aquí en esta vida no es posible encarnarlo es mejor soltarnos y vivir plenamente cada uno su propia vida.

Mi camino no se puede comprender sin esta vivencia.

Durante mucho tiempo, des de mi inconsciencia he vivido sintiéndome atrapada, sin comprender lo que estaba viviendo.  La experiencia era que solo podía entregarme a un pacto que ni sabía que existía en mí. Tenía una fuerza que me superaba y una magnitud que no me llegaba a imaginar ni mi conciencia a percibir. Ha dirigido mi vida. Como un muro, se ha puesto delante y ha frenado cualquier camino o posibilidad diferente que estar en él.  Ser consciente de ello me ha permitido retomar el poder de mi alma y de mi vida, independientemente de que el Pacto haya podido ser o no encarnado.

Hoy abrazo esta realidad que un día escogí hace mucho tiempo y tiene su sentido de ser. Respeto una decisión que hace muchas vidas tomé, ahora ya des de mi libertad aquí en esta vida. Aquí hoy, decido yo. Y decido cerrar.

 

He aprendido muchísimo, sin lugar a duda. Hoy además puedo acompañar a otras personas en estas experiencias.

Deseo además, compartir de lo vivido, el haber tomado conciencia del potencial tan grande que tenemos todas las almas cuando somos capaces de entrar en un espacio des del corazón, sin miedos a ser dañadas, a sentirnos vulnerables, a vivir desprotegidas, sin prejuicios, etc…cuando somos capaces de despojarnos de todo los que nos contamos que nos encierra en nuestras “parcelas de protección”. Entonces se crea un espacio de confianza, limpio, amplio y abierto donde nos encontrarnos las almas, dispuestas a ser la Luz que ya somos, el Amor que ya somos, la Vida que ya somos…la intensidad de Ser y de Vida que está a la espera de que le hagamos espacio para ser lo que ya Es. Cuando soltamos el miedo, lejos de morir nos encontramos con el Éxtasis de Vida. Lejos de debilitarnos, salimos llenos de fuerza vital. Y la belleza de traerlo a la vida, hacerlo vida. Es la Creación en su máxima potencia aquí en la Tierra.

El corazón tiene la capacidad de engrandarse infinitamente, en él pueden caber muchas almas y amarlas profundamente a todas y cada una de ellas…porque el corazón no se agota.

Todas las almas tenemos la capacidad para conectar y crear vínculos sinceros, verdaderos, profundos, honestos y limpios. Vínculos con los que compartir la vida des de un lugar más lleno, más rico y profundo. La Unión encarnada. El encuentro des de la Luz.

También me llevo la capacidad de percibir más Realidad, planos que desconocía y que existen…y lo más importante, el aprendizaje de saber que puedo seguir abriendo a conocer más y más planos que aun no se ni que existen.

Me llevo descubrir un poquito más la amplitud que tiene la Vida y la necesidad de andar de la mano de la confianza para poder atravesar espacios donde no vemos lo que está ocurriendo.

Y me llevo por supuesto el Gran aprendizaje que ha supuesto para mi esta experiencia. Ha sido tremendo. Me agradezco profundamente mi acompañarme, el profundo amor por mí que ha sacado la tenacidad y la perseverancia que ni podía llegar a saber que tenía y que me ha permitido no decaer en este gran reto. El poder que tengo cuando voy a una conmigo misma. El poder de la confianza en mí.

El gran aprendizaje de que no ando sola, mis Guías y mis Maestros allí en el plano donde están me han acompañado y me acompañan una y otra vez. Sin ellos no hubiese podido. Miles y miles de gracias infinitas.

Agradezco a Bea y a Anna su increíble labor, sin ellas y su acompañamiento no hubiese podido abrir mi conciencia hasta donde ha sido posible y atravesar toda esta experiencia hasta llegar donde me encuentro hoy.

Agradezco el Amor y  la misericordia de Dios, que me ha dado todas la oportunidades que he necesitado para aprender a amarme tanto como para poder con Todo y Todo lo que he vivido en esta aventura que ha durado tantísimos años aquí en esta vida y en vidas anteriores.

Hoy hay silencio y orden en mi interior.